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Historias de una niña rara

Ficciones

Pero mira cómo beben los peces en el río

- No creo que para los peces sea muy relevante el nacimiento de Jesús.

- Bueno, supongo que les gustó lo de los panes y los peces. Ah, e hizo que unos cuantos dejaran la pesca.

- Me parece que no lo dejaron de forma definitiva...

- Pues sigue el misterio.

- ¿Será por eso que también se le dice misterio al belén?

Never be the same

- No sé si sigo siendo la misma. O más bien, hasta que punto sigo siendo la misma.

- Por ahí estaba el presocrático aquel que decía lo de que no puedes pasar dos veces por el mismo río,  o algo así.

- Pero el río se sigue pareciendo un montón.

En el fondo

- En el fondo lo sabes...

 En el fondo de la habitación lo sabía, sí, pero al llegar a la puerta ya no lo tenía tan seguro.

Just the way the story goes

- Hay una historia graciosa con esta canción, pero no es mía. Ni la canción ni la historia. Tengo montones de historias y anécdotas que no son mías. Es un asco.

- Es un asco porque lo que quieres son historias sobre ti, ¿verdad?

- Sip. Pero interesantes. Y que la gente se quede rayada. De buen rollo, claro.

- ¿Y de postre?

La curiosidad mató al gato

 El perro resultó herido de gravedad, aunque evoluciona favorablemente.

Let's go to bed

   - ... Pues sólo hay una cama. Para ser originales, yo me quedaré con el sofá.

    - Nos quedamos los dos con la cama... Soy homosexual.

  - ... Bueno... En tal caso, ninguno de los dos estamos en la mejor facultad para ligar.

  - ... Hay otras facultades cerca.

  - Entonces no hay problema. Vamos a la cama, que estoy que me caigo de sueño.
 

Behind blue eyes

      No one knows what is like

   to be the bad man

   to be the sad man

   behind blue eyes

                           The Who  Behind blue eyes

      Nadie sabe lo que es

      ser el malo

   ser el hombre triste

      tras ojos azules 

                                                     The Who  Tras ojos azules
 

   ¿Malo? No. ¿Triste? Sí. Aunque eso no lo sabía nadie.

 

     ¿Malo? No, no podía serlo. ¿Triste? Sí, tal vez era eso lo que se veía tras sus ojos azules.

 

    Él pensaba que nadie en la cafetería veía tras sus ojos. Cierto. Nadie en la cafetería. Pero ella estaba fuera.                            

 

Reales

A veces pensaba que tal vez en algún momento se los había imaginado. Pero eran reales, claro, cómo iba a ser de otra forma.

El caso es que ellos también lo pensaban a veces. Así que la ciudad estaba llena de gente real unas veces e imaginaria otras.